miércoles, 21 de mayo de 2008

Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando




Llegara tu último respirar y yo desde la eternidad
estaré esperandote con mi mano clamando por la tuya,
ya nuestras vidas con sus bastas obligaciones habrán
volado lejos como las hojas en otoño y solo la desolación
más infinita, el frío silencio sin tiempo, nuestras almas al fin desnudas
nos acompañaran en la hora de la verdad. Allá en aquel tiempo
donde nuestras antiguas preocupaciones que fueron barreras colosales
ya no serán ni siquiera cenizas, y lo nuestro solo un eco que repetirá
por siempre y desde siempre cuanto te ame. Más ya no estaremos,
ni tampoco estará nada de lo que nos separo, ni el miedo, ni recuerdos,
solo tumbas lejanas y marchitas ya sin nombres.
Más nuestra historia flotara por las estrellas y universos
hasta que nuestros átomos se junten y nos vuelvan a reencontrar
y nos volvamos a enamorar, y así para siempre hasta que al final de la historia
nuestras tumbas sean solo una por la eternidad misma que también es marchita.

viernes, 16 de mayo de 2008

Un Infierno Privado Para Un Angel Público




Todos vivimos nuestro propio infierno mientras buscamos nuestro paraíso.

En esa incesante prisa por buscar, sin éxito, una explicación para todo me encontré con esta conclusión, a veces cuando veo el infierno ajeno me detengo y el mío parece miserable al lado de otros.

Mis propios pecados, remordimientos y frustraciones me acompañan, así como los traumas y rencores. Una soledad cargada de complejos y la necesidad incomplaciente de ser aceptada.

Llegue a la calle muy joven, siendo una niña y jamás volvi a saber de mi.

¿Qué seria de mi vida si tan solo alguien me hubiese amado más allá de su propio infierno?

lunes, 5 de mayo de 2008

¿Dónde termina, entonces, la persona y comienza la máscara?




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Como todo, los sentimientos también tienen dos caras. Una es la que todos ven y por la que uno lucha día a día por conservar. La otra, simplemente, siempre esta ahí...

Bajo mi máscara de serenidad egoísta nada hay salvo amargura y tedio. Yo soy uno de esos seres a los que el sufrimiento hizo frívolos y vacuo: cada noche, en mis sueños, me arranco la costra de una llaga; cada día, la dejo formarse de nuevo.

Quizá toda persona lleve una máscara, y quizá este tan unida a nosotros que nunca podamos separarla más de unos centimetros de la piel, pero me gusta pensar que quizá el amor sea capaz de descubrirla...

...después de todo bajo la máscara hay un hombre.